Frente a la pandemia, apoyo mutuo. 

Se pensaba que esta pandemia iba a servir para que aumentaran la solidaridad y el apoyo mutuo, desgraciadamente cada vez tenemos más ejemplos de todo lo contrario, parece que lo que se va imponiendo es el egoísmo, el sálvese quien pueda.

Andalucía ha sido históricamente una tierra de convivencia, que se ha rebelado contra las imposiciones que se han aplastado sin piedad.
Nos enfrentamos ahora a una situación ya vivida históricamente, una epidemia muy contagiosa, con la diferencia de que ahora conocemos cómo se trasmite y existen medios de sanación e inmunización.
Tenemos que exigir a quienes hemos mandatado para gestionar los medios de los que disponemos, que mejoren estos medios para estar preparados frente a futuros desastres y que se afanen en inmunizarnos cuanto antes, pero también tenemos que exigirnos los ciudadanos la sensatez para luchar contra una enfermedad que es sumamente contagiosa.
Evitar las situaciones de contagio y colaborar en esta lucha no puede ser más fácil, ser solidarios y apoyarnos unos a otros para mantener la salud pública, es tan fácil como evitar aglomeraciones, guardar distancia entre personas y usar mascarillas además de mantener la higiene.
Es cierto que la economía de consumo se está viendo afectada, pero tenemos que actuar con frialdad. Frente a quienes se manifiestan con vehemencia por continuar con su actividad económica, tenemos que responder con la misma frialdad con la que las empresas de todo tipo actúan cuando se ven en problemas, sabemos que ante una crisis económica la respuesta ha sido despedir a trabajadores y de la manera más barata posible, sin tener en cuenta la situación en la que quedaban millones de personas, mientras que hemos comprobado como iba creciendo el número de millonarios y cómo los millonarios se han vuelto más millonarios.
Ahora se trata de salvar vidas, no podemos caer en la tentación de obtener beneficios rápidos, ni realizar actividades lúdicas, por muy agradables que nos resulten.
La actividad económica va a volver a la normalidad en cuanto logremos la inmunidad de rebaño y esto se logrará más rápida y fácilmente si nos apoyamos mutuamente en luchar por nuestra salud.
Esto no sólo es pan para hoy y hambre para mañana, ahora se trata de no obtener beneficios a cambio de muerte.
Luis J. Pasamar

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