AVISO AL GOBIERNO ANDALUZ

Estimados Don Juan Manuel Moreno Bonilla y Don Jesús Aguirre Muñoz, Presidente y Consejero de Salud de la Junta de Andalucía. Quiero desde mi humilde opinión advertirles de un problema que, si no se ha presentado ya, va a estallar de un momento a otro y va a afectar al sistema sanitario andaluz.

Todos conocemos el trabajo abnegado y enorme que están llevando a cabo los profesionales sanitarios por motivo de la pandemia, muchos de ellos sin vacaciones, sin los descansos necesarios, sobrepasados por la cantidad de enfermos y por la responsabilidad de postergar a otros por falta de capacidad del sistema sanitario. Desde las instalaciones hospitalarias y centros de salud, hasta el sistema de petición de citas, están sobrecargados de trabajo y responsabilidad.

Ya les advierto que no soy profesional de la salud, pero a mis años estoy viendo esta situación y me preocupa algo que creo que se llama “Síndrome del Cuidador” y que afecta a las personas que cuidan a personas dependientes y a profesionales de la salud.

Es evidente que ante la pandemia, los profesionales de la salud han tomado el liderazgo a la hora de cuidar y sanar a los enfermos de una enfermedad de la que no se tenían conocimientos previos y que se han ido adquiriendo con el tiempo, gracias a la comunicación y participación de los sanitarios de todo el mundo.

Es evidente que se han visto sobrepasados a todos los niveles, ni disponían de camas de hospital ni de material, ni de personal suficiente para atender su trabajo, no me imagino la frustración de estos profesionales que han seguido y siguen trabajando como jabatos, para tratar de campear el temporal que se nos ha venido encima y sin recibir la ayuda necesaria para hacer su trabajo en condiciones. Unas veces por falta de recursos materiales, otras veces por falta de inversión, otras veces por falta de voluntad política y otras veces por incomprensión e insolidaridad de una parte de la población que por miedo al contagio los ha tratado encima, como apestados.

¿Quién cuida de los sanitarios? Sabemos que los sanitarios han sufrido la enfermedad en primera persona, han enfermado y han muerto al pie del cañón y no basta con reconocerles su labor, tenemos que ayudarlos, dotarlos de medios para que puedan hacer su trabajo, para que puedan descansar, para que puedan tener las vacaciones merecidas, para que haya el número suficiente de profesionales de todos los niveles que permitan mantener la salud de la población, porque una vez que acabe la pandemia, se van a encontrar con el agravamiento de las enfermedades crónicas que no han podido tratar, además del sentimiento de culpa por las personas que no han podido salvar.

¿Cómo responde la sociedad? Vemos a unos gestores cicateros con el dinero público, que no han contratado a los profesionales necesarios al menos, para que los sanitarios no estén desbordados y tengan que priorizar enfermos. Si amigos, así como suena, desde el momento en el que se dejan de atender a unos enfermos por otros, se están priorizando enfermos, se está practicando una medicina de guerra, se están perdiendo vidas, mientras que desde la Junta de Andalucía se ha hablado de superávit. Me niego a calificar esto.

No necesitamos invertir en medicina privada, necesitamos inversiones en medicina pública, desde la primera atención que es pedir cita, hasta las UCIs que se han demostrado insuficientes en momentos de crisis. Necesitamos que el personal de limpieza, atención telefónica, ambulancias y personal de atención a dependientes, vean su trabajo justamente recompensado, no que sientan que se juegan el pellejo para que una empresa haga caja. Necesitamos enfermeras que nos atiendan y vacunen, médicos de familia que nos puedan atender a tempo, especialistas para que no empeoren nuestras dolencias y esto es un dinero muy necesario y bien invertido en la sanidad pública, no podemos permitir que con nuestra salud, haya empresas que hagan caja. No estoy en contra de la medicina privada para aquellas personas que en el uso de su libertad, elijan esa alternativa, estoy en contra de que se financien con dinero público, porque ese dinero debe ir a la sanidad pública. En lugar de cerrar ambulatorios o centros de atención en pueblos pequeños, mientras se da dinero a fondo perdido a la sanidad privada, creo que es evidente.

¿Qué va a pasar? Creo que es previsible que tras tanto tiempo de trabajo en condiciones de estrés, sin los descansos ni el apoyo suficiente, los profesionales de la salud se están quemando, si no están ya quemados, estamos llegando tarde a darles el apoyo psicológico que necesitan y no me refiero a darles unas palmaditas en la espalda o salir a los balcones a aplaudirles, me refiero a que forme parte de su horario laboral un tratamiento por parte de profesionales que les ayuda a gestionar sus emociones, de no ser así, en breve vamos a observar como van a ser víctimas del Síndrome del burnout, que no es un invento mío y está reconocido pro la OMS, del Síndrome del cuidador que se ve sobrepasado y frustrado y van a empezar a causar baja o aún peor, van a trabajar en condiciones que no son las más adecuadas para personas que toman decisiones sobre la salud y la vida de otras personas.

Señores Bonilla y Aguirre, ya están tardando en contratar profesionales sanitarios para solventar toda esta situación que están padeciendo, quienes cuidan de los andaluces. Andalucía tiene transferidas las competencias en materia sanitaria y por lo tanto es única y exclusivamente responsabilidad suya y está claro que Andalucía, los andaluces, les debemos esto como mínimo, a quienes no dudan en jugarse hasta la propia vida por todos los andaluces.

Luis J. Pasamar

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